Dios ¿límite Asintótico de la mente? / jordi Maqueda

 


DIOS ¿LÍMITE ASINTÓTICO DE LA MENTE?
respuesta a Carlos Blanco: @AltiusSociety

Se propone (propone carlos Blanco) a Dios como idea, afirmando este, como límite asintótico de la mente, y no como respuesta o solución que revela al ser /ente y, por tanto, como una pregunta (infinita) o entelequia, no un ser realizado en el aquí y en el ahora del universo, sino como término y final de un proceso de búsqueda e interrogación y realización del hombre y para el hombre que proyecta la mente humana hacia un límite y potencial Igualmente, infinito.

¡Especulativa!, gritaría de entrada un abogado, pues así propuesto habríamos de recorrer el infinito, que por infinito no tiene fin, para llegar a este, a Dios: pero además no llegaríamos nunca, cuando es lo que se nos propone, pero se propone en un tiempo infinito... como del cero, nunca llegaríamos a uno, por medio de fracciones infinitas. Pero además, si dios (el ser) el ser es, es y será todo lo que es, como propongo en el texto anterior y se presupone de un dios… este no va a cambiar y menos con nuestra manera de entenderlo: pues, ya es y es como es, más allá de cómo podamos concebirlo y, por tanto, la pregunta no lleva sino a infinitas especulaciones. Pero todo cambiaría, si entendemos a Dios como realidad y respuesta a nuestras preguntas y preocupaciones y, que además, ciertamente es: pues el ser es. Y, sí, también se podría y se puede potenciar el crecimiento (sobre todo espiritual) y guiar la mente, su evolución y los sentimientos por medio de reconocerlo y reconocer su existencia, en un proceso de conocimiento profundo de este, de Dios, su espíritu y amor por el hombre: un hombre que como consciencia es capaz, en su libertad, de reconocerlo y compartir con él su felicidad y amor; pues Dios, estar en dios, es amor: Lo demás será embarcarnos en un proceso infinito de búsqueda infinita con final, pero sin fin, en una interrogación permanente del hombre, perpetua, hacia el desarrollo personal no universal, y que en algún momento desistirá, no hallando el prometido fin, pues inalcanzable es el infinito y, por tanto, igualmente pretender el conocimiento infinito de Dios, más todavía cuando no se buscaba a este, al entender la pregunta como vía para el hombre y hacia el hombre y no hacia Dios, entonces solo hallando al final, al hombre; pero si bien, es cierto: el infinito (entendemos aquí límite) de la mente humana, va aumentando su poder conforme avanza en el conocimiento y explora sus posibilidades, pero me pregunto: si al mirar hoy a nuestro alrededor, no somos capaces de encontrar a Dios en toda su creación, sintiéndolo en el corazón, por qué pensar que mañana lo encontraremos; o mejor incluso: qué hace pensar que Dios se vaya a mostrar, si nunca lo ha hecho) más allá de cómo ya se muestra en su creación, por infinitamente inteligentes que seamos?, y entonces me pregunto, ¿qué es la inteligencia?, construir máquinas, coches, tanques… Cierto es que el ser humano es un animal que se interroga por el mundo y el cosmos, y en su búsqueda de respuestas halla conocimiento avanzando, incesantemente en su propio desarrollo —pero conocimiento es tener una idea, no necesariamente profunda o completa: no es saber, que implica conocimiento profundo —cuando precisamente pocos parecen entender, que si bien este avanza en su desarrollo, ni él mismo hombre sabe en qué dirección, o adonde este desarrollo le conduce.

De ahí la necesidad de saber interpretar el mensaje que nos llega de todas partes allá donde busquemos a Dios: amor, siempre es amor; pues en el corazón que rebosa amor, no cabe en este ya otra cosa; y quizá será ahí, en el amor y amor a su creación, donde sin saberlo podemos estar más cerca de Dios, y a salvo de nosotros mismos, de nuestra tecnología y desarrollo, pues "todo aquel que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios". (Juan 4:7/8)

No hay comentarios:

Publicar un comentario